
Antoine-Laurent Lavoisier (1743–1794) y Marie-Anne-Pierrette Paulze (1758–1836) quien, además de ser su esposa, fue su más grande colaboradora científica.
Los grandes son siempre actuales, ¿o quizás son grandes, en parte, porque son actuales?
Antoine-Laurent Lavoisier es considerado “el padre de la química”. Tenía una mirada muy empírica, metódica y cuantitativa de la ciencia, cuando aún eso no era tan común en la comunidad científica. Sus logros incluyen el descubrimiento del oxígeno y otros elementos, y la comprensión del proceso de combustión. Además, le dio la estocada final a la teoría del flogisto, que todavía tenía bastante apoyo pero que no lograba explicar sus resultados.
Más adelante se reproduce parte del discurso preliminar de su libro Tratado elemental de química: presentado baxo nuevo orden, y conforme a los descubrimientos modernos, con láminas, que fue publicado en la Francia de 1789. Lo maravilloso de este prólogo es que habla, entre otros temas, de:
- La ciencia y de la importancia de las evidencias brindadas por las observaciones y los experimentos. Esto, en una época en la que la investigación científica era aun muy cualitativa y poco cuantitativa, y los diseños experimentales no eran demasiado cuidados. Además de ser muy exigente con los resultados que obtenía, Lavoisier prestaba mucha atención a las mediciones y a que éstas fueran exactas y precisas.
- La ciencia y la educación de la ciencia. ¿Cómo formar a un químico? ¿Cómo brindarle a alguien sus primeros conocimientos del área, y también de la ciencia? Hoy hablamos de alfabetización científica, y Lavoisier ya tenía ideas al respecto, hace mucho.
- La relación entre los fenómenos, las ideas generadas a partir del estudio de esos fenómenos, y la terminología o nomenclatura. Él tenía muy clara la importancia de las palabras. Hay una diferencia entre el nombre de la cosa y lo que la cosa realmente es.
- Las dificultades que tenemos al pensar, porque pensamos mal, y el papel de la imaginación humana en la ciencia. Lavoisier hablaba de sesgos cognitivos antes de que esa terminología existiera.
- El peligro de seguir, en la ciencia, a la autoridad y no a las evidencias.
Acá, la primera parte del prólogo del Tratado elemental de química, de Antoine Lavoisier, en el bellísimo español de la traducción de 1798 que se puede leer acá. (El original en francés está acá y la traducción al inglés está disponible acá). Sigue leyendo